El Ayuntamiento de Barcelona, a través del Instituto Municipal de la Vivienda y la Rehabilitación (IMHAB) celebró, el pasado miércoles 1 de marzo, el acto de entrega de las llaves de 54 viviendas de protección oficial en régimen de alquiler social de un edificio de nueva construcción ubicado en el carrer Lluís Borrassà, 23-25. Una de las numerosas promociones de vivienda de alquiler asequible que se han puesto en marcha en Sant Martí y que contribuyen a situar este distrito como uno de los más prolíferos, tanto en cantidad de viviendas como en diversidad de tipologías promovidas.
Los adjudicatarios presentes recibieron las llaves de manos de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que encabezó el acto, acompañada de la regidora de vivienda y rehabilitación del Ayuntamiento, Lucía Martín, y el presidente de la Asociación de Vecinos y Vecinas del Besòs, Francisco Abad. Las llaves restantes se librarán los próximos días a sus adjudicatarios.
“Cuando llegamos al gobierno vimos que era una prioridad ofrecer más viviendas y, a pesar de la pandemia, actualmente estamos haciendo miles de pisos. Detrás de un día como el de hoy hay mucho trabajo, pero poder ver vuestra felicidad lo compensa. Os lo merecéis y queremos que os sintáis en Barcelona como casa”, expresó Colau ante los adjudicatarios.
Sant Martí, en pleno auge
El edificio consta de 54 viviendas distribuidas en 10 plantas y un único núcleo de escala, que permite simplificar la gestión de las viviendas y reducir su mantenimiento. Cuenta con dos ascensores, dos fachadas abiertas al exterior y una cubierta, en la quinta planta, donde se han colocado placas solares. Además, también se encuentra una equipación deportiva en la planta baja, que ya existía previamente en el solar, y una planta sótano de aparcamiento.
Todas las viviendas han sido adjudicadas mediante la correspondiente convocatoria abierta al Registro de Solicitantes de Vivienda con Protección Oficial de Barcelona, un hecho que garantiza que los futuros vecinos disfruten de un alquiler asequible. En el caso de la promoción del c. Lluís Borrassà, el precio se sitúa entre los 375 y los 738 euros mensuales.
“Estoy orgullosa de ser la Administración que más alquiler social está haciendo de todo el Estado. De hecho, es escandaloso que el Ayuntamiento de Barcelona esté haciendo más alquiler social que la Generalitat de Cataluña y la Comunidad de Madrid juntas, que tienen más competencias y dinero. Pero hemos demostrado que se puede hacer”, afirma Colau.
Son diversas las zonas de la ciudad que sufren una clara carencia de suelo municipal, pero precisamente Sant Martí es una excepción. “Disponer de suelo nos permite apostar por diferentes tipologías de vivienda y ofrecer vivienda social de forma recurrente. Cada promoción que sacamos adelante es una alegría y poderlo celebrar con los vecinos y vecinas el día que entregamos las llaves, es fantástico”, explica Martín.
Un discurso que ratifican las cifras registradas en el distrito los últimos años. Desde el 2015, Sant Martí está creciendo con aproximadamente 2.000 pisos, gracias a una inversión por parte del consistorio de 244 millones de euros. De estos pisos, 1.479 son de construcción, ya sea acabados, en construcción, en proyecto o en reserva de suelo. Por el resto, 139 son de compra y 292 de captación.
“La vivienda es una prioridad para la gente y una necesidad básica. Sin vivienda no hay derecho a la salud, ni a la familia ni a tener una vida digna. Por eso, desde el Ayuntamiento impulsamos múltiples mecanismos para garantizar este derecho fundamental”, apunta la alcaldesa.
Un punto de inicio para la ilusión
El acto de entrega de llaves supone, para los adjudicatarios, el primer paso de una nueva etapa vital, en que algunos de ellos dejan atrás momentos de gran dificultad y sufrimiento. Es el caso de la nueva vecina adjudicataria Gemma Ferrer, que junto a su madre han pasado por numerosos desahucios: “Mi madre hacía 16 años que estaba inscrita al Registro. Hemos sufrido desahucios y hemos tenido que vivir en un hotel. Y ahora llevábamos esperando este piso desde hace dos años y medio, cuando sufrimos el último desahucio”.