La apuesta del Ayuntamiento de Barcelona para garantizar el derecho a la vivienda a toda la ciudadanía, y combatir así la emergencia habitacional vigente, pasa por la implementación de tres mecanismos clave para hacer crecer el parque público de vivienda: la construcción, la compra y la captación.
Una vivienda pública de calidad y por debajo del precio de mercado
El Ayuntamiento de Barcelona, mediante el Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación de Barcelona (IMHAB), mantiene el compromiso de impulsar un parque público de vivienda donde se mantenga la calidad de las viviendas por debajo del precio de mercado y asequible para toda la ciudadanía.
El parque público de vivienda intenta garantizar que ninguna unidad de convivencia se encuentre sin hogar en situaciones de emergencia social, al mismo tiempo que promueve viviendas de calidad por debajo del precio de mercado para garantizar la accesibilidad a una vivienda digna. Sin embargo, el Ayuntamiento de Barcelona no puede construir de forma inmediata toda la vivienda necesaria para cubrir la demanda actual. Por eso, se combinan diferentes mecanismos para proveer el parque público de más vivienda, más allá de la obra nueva.
En total, el parque bajo gestión municipal supera las 11.500 viviendas en 2023, en una clara evolución respecto de las 7.500 contabilizadas en el año 2015. La expansión se consigue mediante la yuxtaposición de tres mecanismos como son la construcción, la compra y la captación, y una aportación municipal en gasto e inversión que se sitúa alrededor de los 1.000 millones de euros.
La construcción
Barcelona es líder en promoción de vivienda pública en todo el Estado, y en gran parte es gracias a la apuesta que realiza el Ayuntamiento con la obra nueva, que permite ofrecer un hogar a personas de todas las edades en todos los distritos de la ciudad. Desde personas mayores de 65 años a personas jóvenes, todos los colectivos con necesidad de vivienda tienen la oportunidad de disfrutar de pisos construidos desde cero.
Además, las viviendas de obra nueva se desarrollan a partir de diferentes tipologías, como la construcción industrializada, los alojamientos APROP y la vivienda cooperativa, entre otros. Otro de los criterios aplicados en la construcción es la obtención de la máxima eficiencia energética posible, así como el uso de técnicas que suponen una innovación arquitectónica y que se convierten en una referencia para otras ciudades, hasta el punto de merecer premios internacionales.
Barcelona es una ciudad con un suelo urbano de uso residencial en proceso de agotarse, lo que limita su capacidad para ampliar el parque de vivienda asequible y social. Por ello, ante este escenario de escasez de suelo y elevada demanda de vivienda, se apuesta por incrementar las reservas de vivienda de protección pública. Y es aquí donde coge presencia la más conocida como medida del 30%, que tiene como finalidad proteger el 30% del techo residencial que se genera en nuevas promociones de vivienda y grandes reformas.
La compra
Además de ampliar el parque público de viviendas como tal, la política de compra del consistorio evita que estos pisos puedan pasar a manos de fondos buitre o actores que especulan con ellos, además de rehabilitar las fincas y conseguir, así, dignificar las viviendas. La compra de viviendas y edificios existentes es un mecanismo ágil para generar más vivienda pública de alquiler, y es clave para poder cumplir con el objetivo de solidaridad urbana, que establece que el 15% de las viviendas principales deberían ser sociales o asequibles.
Entre 2015 y 2022, el Ayuntamiento de Barcelona ha invertido cerca de 150 millones de euros en la adquisición de más de 40 fincas que representan casi un millar de viviendas. En concreto, se trata de 43 fincas que suman hasta 938 viviendas.
El Ayuntamiento también ha adquirido 234 viviendas individuales y ha incorporado un total de 181 viviendas de usufructo mediante convenios de cesión de uso. Estas operaciones suman un total de 1.353 viviendas al parque público.
La captación
Otra estrategia aplicada por el consistorio es la captación de viviendas para destinarlas al alquiler social. Se realiza a través de diferentes vías e incluye viviendas movilizadas a través de la Bolsa de Vivienda de Alquiler, el convenio vigente con la Fundació Hàbitat3 y el programa de Viviendas de Uso Turístico (HUT). En total, con datos de agosto de 2022, se contabilizan hasta 1.747 contratos, con los distritos de Nou Barris (354), Sant Martí (292), Sants-Montjuïc (254) y Horta-Guinardó (228) como los más destacados de la ciudad.
De las diferentes vías de captación utilizadas, la Bolsa es la que más viviendas proporciona, con 1.233, seguida del convenio con Hàbitat3, con 423 (a través de los programas 'Pisos buits' y 'Primer la Llar') y el programa de viviendas de uso turístico (91).
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