La alta demanda de vivienda en Barcelona, sobre todo a precios asequibles, y la baja oferta han hecho que la ciudad haya apostado, en los últimos años, por otros modelos con el objetivo de crear más pisos, más baratos, más sostenibles y más accesibles a la ciudadanía.
Uno de estos modelos es la vivienda cooperativa en cesión de uso, también conocida como covivienda, que se hizo realidad en Barcelona en 2018 con la finalización del edificio La Borda, en los terrenos de Can Batlló (en el barrio de la Bordeta).
Ahora, en total, existen 19 proyectos de covivienda, tanto acabados como en construcción. Están repartidos por los distritos de Ciutat Vella, Sants-Montjuïc (que es el que más acoge), Sarrià-Sant Gervasi, Gràcia, Nou Barris, Sant Andreu y Sant Martí.
La covivienda ofrece pisos más flexibles, eficientes, democráticos y participativos y es una muy buena opción para optar a una vivienda a un precio mucho más razonable. Para explicar cómo funciona este modelo y para conocer con detalle todos los proyectos, la exposición itinerante del Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación de Barcelona (IMHAB) hace parada en el Espai Cooperatiu Bloc 4 de Can Batlló (calle de la Constitución, 19). Puede visitarse hasta finales de julio, de lunes a viernes, de 9 a 18 h.
Las características principales de la covivienda
El rasgo diferencial de la covivienda respecto al modelo tradicional comienza ya en la creación del proyecto, el cual está impulsado por las socias de la cooperativa y garantiza una organización democrática, participativa y transparente.
El edificio es de propiedad colectiva y el acceso a la vivienda se realiza a través de un derecho de uso, hechos que evitan la especulación.
Una vez que el edificio ya está terminado y habitado, la convivencia se basa en la vida comunitaria y el apoyo mutuo y algunos proyectos fomentan el retorno social destinando locales a iniciativas del barrio.