El Ayuntamiento de Barcelona, mediante el Instituto Municipal de la Vivienda y la Rehabilitación (IMHAB) celebró, el jueves 30 de marzo, la entrega de las llaves a 21 familias y unidades de convivencia de nuevas viviendas de protección oficial en régimen de alquiler social de un edificio de nueva construcción ubicado en la Avda. Escolapi Càncer, 10-12. Con la veintena de llaves entregadas, faltan por dar 26 más, y así llegar a las 47 que conforman esta promoción, y que contribuyen a ampliar el parque público de viviendas en este barrio de Torre Baró.
Los adjudicatarios presentes en el acto, celebrado en el vestíbulo del edificio, recibieron las llaves de manos de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la regidora de vivienda y rehabilitación del Ayuntamiento, Lucía Martín, que les dio la enhorabuena y la bienvenida a su nuevo hogar.
“Venimos del activismo y conocemos muy bien la problemática que sufrimos en esta ciudad con la vivienda. Y conozco bien estos barrios. Precisamente, Nou Barris es una de las zonas donde más inversión hemos realizado para habilitar nuevas viviendas”, afirmó Colau. “Estoy seguro que, para todos vosotros, han sido años duros de espera, donde la burocracia siempre es más lenta de lo que tocaría pero, para nosotros, días como los de hoy dan sentido a que decidiéramos entrar en el Ayuntamiento de la ciudad”, remachó.
Momentos donde afloran las emociones, como hacía constar uno de los adjudicatarios que recibieron las llaves, Leandro Lafflitto. “Cuando me han dado las llaves estaba temblando. Venía tranquilo, pero con toda la gente que ha venido, me he puesto nervioso. Estoy muy feliz de todo lo que viene a partir de ahora, hacía tres años que estaba apuntado al Registro de Solicitantes”. Lafflitto procede del barrio de Poble-sec (Sants-Montjuïc), y llega a Torre Baró con ganas de aportar su granito de arena: “Me gusta que sea un barrio en expansión. Lo conozco un poco de cuando era pequeño, pero ha cambiado mucho desde entonces. Quiero ayudar a continuar construyendo el barrio”, añade.
También se convierte en nueva vecina Alba Lamarca, en este caso procedente de Gràcia: “Hace bastantes años que estoy apuntada al Registro, y es la primera vez que he entrado en un proceso de adjudicación, así que estoy muy contenta. Sobre todo cuando vi los pisos, que me han gustado mucho y me han impactado positivamente”.
Otros adjudicatarios, sin embargo, ya conocen al detalle el distrito, como Francisco José Salinas: “A pesar de que ahora estaba viviendo en Ciutat Meridiana, Torre Baró es mi barrio, me lo conozco muy bien. De hecho, entré en el Institut Pablo Ruiz Picasso justo cuando lo inauguraron”.
Un distrito en movimiento
El edificio destinado a esta veintena de adjudicatarios está formado por una planta sótano, planta baja, cinco plantas piso y cubierta plana, además de contar con un amplio patio interior donde se relacionan todas las viviendas y que actúa como vestíbulo.
Cómo ocurre con muchas de las promociones públicas puestas en marcha los últimos años por parte del Ayuntamiento, el edificio es altamente eficiente energéticamente, gracias a las placas fotovoltaicas presentes en la cubierta, la aerotermia utilizada, los dos ascensores adaptados de bajo consumo energético y el patio, que actúa como atrio climático.
Todas las viviendas han sido adjudicadas mediante la correspondiente convocatoria abierta en el Registro de Solicitantes de Vivienda con Protección Oficial de Barcelona, un hecho que garantiza que los futuros vecinos disfruten de un alquiler asequible en la ciudad.
En Nou Barris, solo desde el 2015 el parque de vivienda pública y asequible aumentará en 1.300 viviendas, de las cuales 401 se han comprado, con una inversión por parte del consistorio de 138 millones de euros.
Situado en el extremo norte de la ciudad, entre la sierra de Collserola y el distrito de Sant Andreu, Nou Barris cuenta con trece barrios y más de 800 hectáreas, con unas 168.000 personas, cifra que lo convierte en uno de los distritos con más extensión de la ciudad. Un barrio marcado por la simbiosis con la naturaleza del parque de Collserola, y que se sitúa por encima de la ciudad con calles sinuosas y casas, algunas autoconstruidas, que se adaptan al terreno salvando las dificultades que plantea la orografía de la montaña.