La segunda jornada del Foro de Vivienda y Rehabilitación de Barcelona se ha iniciado con la mirada puesta en las fórmulas de colaboración para incrementar la vivienda asequible. La profesora asociada honoraria en Estudios de la Vivienda y Centro de Investigación Urbana de la Universidad RMIT de Australia, Julie Lawson, ha iniciado la primera la sesión hablando sobre la iniciativa ‘Housing 2030’ en Europa, publicada el pasado 6 de octubre con el objetivo de tener un enfoque más positivo para tener un sistema de vivienda más efectivo y que también tenga un impacto útil sobre el planeta. En este estudio, que afecta a 26 países, se detallan observaciones en torno a cuatro temas que afectan a diversas regiones europeas, del Mediterráneo, Europa oriental y Europa occidental y que se complementan con diversos talleres, y herramientas como ilustraciones, podcasts y entrevistas.
El primero de los temas que trabaja el informe son las herramientas de gobernanza. Según ha explicado Lawson, cualquier forma de gobernanza debe tener un marco estratégico, que puede ser global, regional o local. «El liderazgo y el compromiso político son fundamentales para llegar a la comunidad local y para trabajar de manera colectiva con los recursos, la legislación y todo aquello que pueda permitir un mejor mercado», explicó. «No hay nada más potente que tener unos estándares de vivienda que se establezcan, se informen y se sigan para permitir tener un impacto en la vivienda a largo plazo», agregó.
En segundo lugar, las finanzas y la financiación. En la iniciativa ‘Housing 2030’ se analizó la reglamentación y la regulación de las inversiones en vivienda y la importancia de tener un control de certificación en cuanto a las inversiones y su gestión. «Debemos aprender de lo que se hace en la vivienda social y su impacto en cuanto a la asequibilidad y los precios de la vivienda», explicó la profesora y una de las líderes del proyecto.
En tercer lugar, la política del suelo, un elemento imprescindible para plantear el desarrollo de la ciudad, donde encontramos ejemplos en París y en Viena. En este sentido, Lawson apuntó que no sólo hay que tener presente la cesión del suelo, sino otros aspectos como la recaudación de su valor reinvirtiendo en un único objetivo, la utilización de medios de planificación, el análisis de los requisitos de diversas zonas en el mercado de la vivienda y los acuerdos entre inversores y planificadores para unificar todas las partes interesadas y garantizar que el resultado que se persigue se consiga en los distritos necesarios.
Y, en cuarto lugar, el impacto neutro del clima en la vivienda. Lawson ha hablado de los casos de los Países Bajos y de Estonia y ha dado ejemplos de cómo los países lo han hecho para desfosilizar los sistemas de construcción de viviendas dentro de una estrategia nacional. En este sentido, Julie Lawson ha destacado acciones como el subsidio en relación a la supresión de los combustibles fósiles, las adquisiciones con el fin de apoyar una economía más verde y circular, y la regulación y certificación de la construcción y la industria para mejorar sus prácticas en el uso de materiales. «Tenemos en cuenta que muchas de las cosas que podemos mejorar en cuanto a la eficiencia energética también tienen que ver con nuestro comportamiento. La educación de las unidades familiares también es muy importante «, ha comentado. «Debemos prestar atención, no sólo en los costes de los hogares, sino también al peligro de los costes de renovación para evitar que las casas tengan un precio inasequible. Los costes a corto plazo se trasladan a los inquilinos «, agregó.
Julie Lawson ha terminado su intervención compartiendo un mensaje positivo hacia el futuro de la vivienda. «Debemos tener una actitud de confianza. Más que pensar en un concepto de crisis debemos pensar en un posible cambio del sistema. «La vivienda es una necesidad humana y, por tanto, su papel es muy importante para la vida humana y las comunidades sostenibles», ha comentado.
La colaboración europea, clave en las políticas de vivienda
Posteriormente ha sido el turno de la manager de London CLT, Hannah Emery-Wright; la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Bolonia, Emily Marion Clancy; y el CEO de Aedes en los Países Bajos, Robin van Leiken, que han participado en la mesa redonda ‘Modelos de colaboración europeos’, moderada por la secretaria general de Housing Europe, Sorcha Edwards.
La moderadora Sorcha Edwards ha iniciado la sesión poniendo en valor el modelo de Barcelona, destacando que la administración actual es consciente de la urgencia que hay en el sector de la vivienda. «Nos inspira Barcelona porque se están tomando en serio esta cuestión y están haciendo lo que tienen a su alcance para movilizarlo», explicó. También ha querido hablar del Festival Internacional de Vivienda Social, que celebrará la tercera edición en Helsinki (2022) y la cuarta en Barcelona (2023). En su turno, la manager de London CLT, Hannah Emery-Wright, ha explicado la experiencia de Londres, una ciudad cada vez más cara y con menos vivienda asequible. Según explicó Emery-Wright, la mayor parte de las personas que alquilan viviendas en Londres deben destinar más de la mitad de su sueldo al pago del alquiler. «Los precios están aumentando, mientras que la renta se mantiene. Por lo tanto, las viviendas cada vez son más caras «, explicó. «A finales de los años 80 se compraron viviendas y ahora buena parte del stock ha quedado fuera de mercado y la única opción que tienen muchos ciudadanos es irse», agregó. Emery-Wright ha presentado las líneas de CLT, una iniciativa que nació a partir del movimiento social entre los años 70 y 80. En el caso de Londres, donde tienen 3.000 miembros, su misión es que haya comunidades que construyan vivienda asequible y que transformen los barrios. «No se trata solo de construir casas y crear una nueva isla en una ciudad, sino también de garantizar que las comunidades existentes estén protegidas y mantengan una unidad», ha explicado. Uno de los ejemplos de la acción de CLT Londres consiste en 23 viviendas en el este de la ciudad, en Saint Clement’s, y 11 más en construcción con la ayuda de financiación y a través de partenariados locales y socios europeos, como es el caso de Sustainable Housing for Inclusive and Cohesive Cities. «No podemos resolver la crisis por nosotros mismos. Intentamos innovar, tener un impacto y establecer un precedente para trabajar en el concepto de asequibilidad «, ha explicado.
Desde la perspectiva italiana, la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Bolonia, Emily Marion Clancy, ha puesto en valor las políticas de vivienda de Barcelona. «Queremos trabajar mucho en el tema de la vivienda y Barcelona nos ha enseñado mucho cómo debemos hacerlo», explicó. Según comentó, en la última década Bolonia se ha convertido en una de las ciudades más caras de Italia, sobre todo debido al exceso de turismo y al aumento de los precios del alquiler. En consecuencia, las personas más jóvenes tienen problemas para emanciparse. En este sentido, mientras que en Europa la media de emancipación es a los 26 años, en Italia se sitúa en los 30. Marion Clancy también ha querido poner de relieve que en Italia el sistema más habitual es el de la propiedad. «El 80% de los italianos son propietarios. De éstos, solo el 6% tiene menos de 35 años de edad «. Para hacer frente a esta problemática desde el ayuntamiento se están desarrollando diferentes acciones con el objetivo de aumentar el parque existente y que también estas viviendas a la vez sean más eficientes desde el punto de vista energético. Una de estas acciones es la puesta en marcha de modelos colaborativos para promover ayudas para los jóvenes de menos de 35 años. La teniente de alcalde ha querido destacar la covivienda, un modelo que está teniendo mucho éxito en la ciudad, y ha puesto en valor como los habitantes conviven y comparten los espacios comunes. A estas iniciativas también se suma la colaboración con el sector privado para desarrollar otras experiencias en la zona. «Los edificios deben diseñarse de acuerdo con unos criterios de sostenibilidad y, como mínimo, el 20% de la vivienda debe ser espacio de uso común», explicó. Según comentó Marion Clancy, otra de las acciones enfocadas al sector privado está destinada a las familias propietarias para que alquilen sus viviendas a jóvenes y estudiantes.
Por su parte, el CEO de Aedes, Robin van Leijen, explicó el caso de los Países Bajos, donde se registra una media del 27% de vivienda social, siendo uno de los países europeos con el índice más alto. A través de Aedes, se gestionan 2,3 millones de hogares que representan el 32% del parque inmobiliario del país, ofreciendo viviendas a unidades familiares vulnerables. Según explicó Van Leijen, desde 1995 la organización no ha recibido subsidios directos del gobierno, la financiación proviene de organizaciones privadas y la principal fuente de ingresos son autogenerados. «La idea es que cuando uno de nuestros miembros no puede repagar los préstamos, el resto de miembros apoyan y aportan una parte», ha explicado. El CEO de Aedes ha explicado que una parte importante de su modelo es la participación de los inquilinos en la toma de decisiones, que quedan representados en el consejo supervisor. Un ejemplo lo encontramos en la rehabilitación de una vivienda, donde antes de comenzar el proyecto «el 70% de todos los inquilinos debe estar de acuerdo», apuntó. También ha destacado los acuerdos tripartitos y la mesa de negociación, donde todos los socios están en igualdad de condiciones para tratar temas como la asequibilidad, la nueva construcción, las unidades que se construirán, la habitabilidad y la rehabilitación.