La promoción industrializada de la vivienda pública ha sido el último tema abordado en la primera sesión del Foro de Vivienda y Rehabilitación de Barcelona. La sesión se ha iniciado con la intervención del director de los Servicios Técnicos del IMHAB, Joan Carles Melero, que ha presentado los sistemas de gestión en los que se ha trabajado desde el IMHAB para producir vivienda pública en el marco de la ley de contratos del Estado. En primer lugar, Melero ha hablado del sistema más convencional y habitual, en el que la empresa constructora y el equipo constructor se reúnen una vez se ha adjudicado el proyecto, por lo que no han trabajado conjuntamente en la fase de redacción. Según ha explicado, en este sistema existe poco margen de confianza hacia la propia administración, los arquitectos deben desarrollar su proyecto atendiendo al principio de máxima concurrencia y además éste no puede desarrollar su proyecto colaborando con los industriales que suministrarán los materiales posteriormente. «Cuando empieza la obra cada uno defiende su campo. El arquitecto por un lado, y la constructora por el otro».
El segundo sistema es el concurso de colaboración conjunta entre el proyecto y la obra. Según ha explicado Melero, «la colaboración empieza en el minuto cero, en el que se debe presentar una propuesta conjunta». Además de la calidad arquitectónica también se puntúan los criterios de reducción del impacto ambiental, la reducción del plazo de la promoción, la oferta económica y las mejoras en las garantías postventa. Según ha explicado, con este sistema han podido participar todo tipo de empresas y sistemas constructivos. Sin embargo, este sistema tiene aspectos a mejorar, ya que la ley de contratos considera que este tipo de licitación tiene carácter excepcional y el redactor del proyecto depende de la empresa constructora. «La figura del arquitecto debe corregirse y los industriales que suministran los componentes del edificio no han aparecido con la intensidad que quisiéramos», ha explicado. Finalmente, el director de los servicios técnicos del IMHAB ha presentado un nuevo sistema que está en fase de elaboración. El objetivo es buscar la colaboración entre los agentes, también desde su propia autonomía, y resituar la figura del arquitecto. En todo el proceso, la Administración detalla los objetivos bases de su licitación, teniendo en cuenta aspectos como el coste máximo, las emisiones de CO2 y un plazo máximo de ejecución de obra.
Sostenibilidad, colaboración y digitalización claves de la promoción industrializada
La responsable de Innovación de Culmia, Anna Guanter; el socio fundador de 011h, Jose Manuel Villanueva; el socio-consejero delegado de Edetco, Francesc Monells y la socia de Pich Architects, Teresa Batlle han hablado de las novedades que conlleva la promoción industrializada de la vivienda en una mesa moderada por el arquiecto de Clotet, Paricio & Assoc, SL, Ignacio Paricio.
El socio y consejero delegado de Edetco, Francesc Monells, ha explicado que la industrialización es un medio para llegar a unos objetivos, no a una finalidad. Los ponentes de la mesa han hablado de estos beneficios entre los que destacan una mejora de la sostenibilidad, la reducción de costes y de plazos de construcción.
La sostenibilidad es un aspecto cada vez más importante, ha hablado de ello la socia de Pich Architects, Teresa Batlle, que ha explicado que, por primera vez, la Unión Europea ha estudiado el impacto ecológico de la construcción como sector. La construcción representa un 50% del material que se extrae, un 35% de los residuos que se producen y un 54% del material que va a parar al vertedero. La construcción tiene, por tanto, un papel importante en la reducción del impacto medioambiental. Batlle ha hablado de la importancia de la economía circular para reducir este impacto. «Tenemos unos recursos limitados. Por lo tanto, extraer, fabricar, usar y tirar no es un buen sistema», ha dicho Batlle. El socio fundador de 011h, Jose Manuel Villanueva, ha hablado de la importancia de ser «agentes de cambio» y explicó que, en sus edificios el ahorro en emisiones de CO2 puede ser del 80 o el 90% teniendo en cuenta todo el ciclo de vida del edificio.
La industrialización también lleva a otra forma de trabajar en la que la colaboración es clave. Villanueva, ha hablado de la importancia que en la industrialización se trabaje como si fuese un gran ecosistema integrado culturalmente y contractualmente que considere como partners a todas las partes del proceso. Y en este aspecto tiene un papel clave la digitalización. De hecho, esta digitalización y modernización del sector puede hacerlo atractivo para los jóvenes y solucionar el problema de mano de obra que se ha tenido últimamente, han coincidido la responsable de innovación de Culmia, Anna Guanter, y Villanueva.
Todo esto se acaba traduciendo en una reducción de costes y de tiempos de construcción en la promoción industrializada. Esta reducción del tiempo de construcción puede llegar a ser de hasta el 40%. Esto es lo que puede hacer atractiva la promoción industrializada sobre todo a inversores y administraciones, no tanto a consumidores finales que no están dispuestos a pagar más por la sostenibilidad.