El Ayuntamiento y la Fundación Hàbitat3 adquieren conjuntamente la Casa Orsola para detener los procesos de desahucio y reconvertir las viviendas libres en protegidas. Hàbitat3 asumirá el 51 % de la finca y gestionará, con criterios sociales, el alquiler asequible de los 26 pisos del edificio. El coste de la compra es de 9,2 M€, en torno a un 30 % menos que la media del precio del mercado actual en el barrio de la Nova Esquerra de l’Eixample.
Se trata de una adquisición colaborativa y social promovida por Hàbitat 3, en que el Ayuntamiento de Barcelona adquiere el 49 % y la entidad el 51 % restante de la finca. Esta fórmula conjunta permite hacer la compra con una inversión municipal más reducida, y recuperar las viviendas para uso residencial con alquileres asequibles.
La Casa Orsola, situada en el distrito de L’Eixample, tiene 26 viviendas y 4 locales comerciales. Actualmente, en la finca hay 7 pisos con alquiler indefinido, 7 de temporada, 5 con contrato vigente, 5 en proceso judicial y 2 que están vacíos. Una vez acaben los contratos de temporada, se podrán destinar 9 pisos al parque de vivienda pública de la ciudad.
Esta operación ha sido posible gracias a la mediación de la Sindicatura de Greuges de Barcelona para establecer un diálogo y llegar a un acuerdo satisfactorio entre las partes implicadas.
Impulso al plan Viure para garantizar vivienda asequible
El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha el pla Viure, una estrategia integral a largo plazo para garantizar el derecho a una vivienda digna y asequible. Esta iniciativa incluye un conjunto de medidas para consolidar el acceso a la vivienda y acelerar la construcción del parque público de vivienda protegida en la ciudad.
Durante este mandato, se prevé entregar hasta 3.300 viviendas públicas, con 5.000 más en varias fases de ejecución y suelo disponible para construir 10.000 más, y consolidar la oferta de vivienda en la ciudad.
Barcelona ha sido pionera en varias medidas para mejorar el acceso a la vivienda, como la declaración de zona de vivienda tensionada, la regulación del precio del alquiler y el fin de las licencias de viviendas turísticas, lo cual permitirá recuperar 10.001 pisos para uso residencial a finales del 2028. Además, Barcelona apuesta por la diversificación y la colaboración con otras administraciones y entidades para aumentar la producción de vivienda protegida, como la construcción de 600 pisos de alquiler protegido a través de convenios con la Generalitat y el Incasòl y otros proyectos que sumarán casi 3.500 viviendas.