Para conocer más y mejor un modelo de vivienda emergente como es la vivienda cooperativa en cesión de uso o covivienda, que ha arraigado con fuerza en la ciudad los últimos años, el Ayuntamiento de Barcelona organiza una visita guiada a la exposición que acoge la sede del Ateneu Cooperatiu de Barcelona (Coòpolis), en el C. Constitució, 19, Bloque 8. La visita tendrá lugar el próximo martes 28 de febrero, con inicio a las 18 horas, y está comisionada por la cooperativa de arquitectos Lacol y el Ayuntamiento de Barcelona. Todos aquellos que quieran asistir tienen que inscribirse previamente, de forma gratuita, mediante este enlace.
“Vivir en comunidad en las cooperativas de vivienda de cesión de uso en Barcelona” es el nombre que encabeza esta exposición, que desde mediados de diciembre se puede visitar en la sede de Coòpolis de lunes a viernes de 9h a 19h. Una oportunidad para aprender alrededor de un modelo de vivienda que se ha extendido en la ciudad con unos veinte proyectos, repartidos en diferentes distritos, que engloban más de 400 viviendas creadas con este formato.
Las particularidades del modelo y los proyectos que acoge la ciudad serán algunos de los puntos más destacados que se explicarán de la mano de uno de los arquitectos del proyecto y miembro de La Borda, una de las cooperativas de vivienda de referencia en la ciudad y que el 2022 fue reconocida con el premio de Arquitectura Emergente Mies van der Rohe que otorga la Unión Europea.
Vivienda para construir comunidad
Respecto a modelos de vivienda más clásicos y estándares, la covivienda apuesta por la vida comunitaria, con viviendas que ayudan a combatir la soledad y el individualismo. Una manera colectiva de vivir y compartir un mismo espacio de convivencia que, entre otras ventajas, garantiza el acceso a una vivienda digna y asequible, mantiene la titularidad pública del suelo, impide la especulación con la vivienda y favorece la estabilidad en el tiempo de los usuarios.
Las características de este modelo requieren la autoorganización de las personas que integran las cooperativas, sin duda uno de los valores más potenciados. Un modelo que, al fin y al cabo, concibe la vivienda como bien de uso, y no como un bien con que especular y lucrarse. Tanto es así que las personas socias pueden hacer uso de su vivienda por un periodo de 75 años, ampliable a 90, y es la cooperativa quien construye/rehabilita y gestiona la vivienda. Y una vez finalizado este plazo, la propiedad pasa a ser municipal.