Más de 700 vecinos y vecinas del Eixample reducirán en un 30% el consumo energético de sus viviendas gracias a la Isla Eficiente, una iniciativa público-privada surgida del grupo Hábitat Futura, la Generalitat de Catalunya y la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona con el objetivo de fomentar un nuevo modelo de edificación y rehabilitación sostenible de la ciudad.
La primera comunidad en formar parte de este proyecto será la de la manzana situada entre la Gran Via y las calles Viladomat, Calàbria y Diputació. En total, las obras abastarán un total de 22 edificios y 390 viviendas. Las obras de rehabilitación en uno de los edificios ya hace meses que han empezado. Se trata de un bloque de 12 viviendas situado en la Gran Via de les Corts Catalanes, 469, un edificio de alta complejidad y con un alto grado de protección patrimonial en el que se han aplicado soluciones de las deficiencias estructurales y de mantenimiento incorporando medidas de sostenibilidad y eficiencia energética. Así lo pudieron comprobar en una visita de obras la directora del grupo Hábitat Futura e impulsora del proyecto Isla Eficiente, Cèlia Galera; el doctor arquitecto por la UPC y responsable de sostenibilidad de la Isla Eficiente, Antoni Fonseca; y la concejal de vivienda Lucía Martín.
“Durante muchos años en el Estado, al contrario de lo que se ha hecho en otros países europeos, se han destinado muchos recursos a la construcción y a la obra nueva, mientras que las políticas de rehabilitación han quedado totalmente relegadas. Hoy tenemos un parque de vivienda absolutamente ineficiente en términos energéticos y poco confortable para los vecinos y vecinas”, explica Lucía Martín.
El objetivo es hacer una rehabilitación integral y energética, respectando el valor patrimonial del bloque, que es de principios del 1900. En este sentido se reforzarán las puertas, ventanas y techos con materiales resistentes para potenciar el aislamiento térmico y proteger los pisos del calor del verano y el frío del invierno. También se llevarán a cabo otras acciones como la instalación de aerotermia comunitaria y de placas fotovoltaicas para producir energía para iluminar la escalera y hacer funcionar el ascensor, unas acciones que permitirán ser más eficientes y reducir el gasto energético de la comunidad. El objetivo es que el gasto del consumo energético de la comunidad de vecinos quede cubierto al 100% y que el excedente que se genere pueda abaratar las facturas de los particulares.
“Es un reto encontrar el equilibro entre el mantenimiento de nuestro patrimonio histórico y cultural con el reto de la transición energética”, explica Cèlia Galera.
Un proyecto pionero
La Isla Eficiente está planteada como una iniciativa para hacer más cómoda la inversión de los propietarios de las viviendas. Cada finca tiene unas problemáticas distintas y el grado de inversión económica varía, porque las actuaciones que se lleven a cabo para mejorar la eficiencia son distintos en cada caso.
En el caso concreto de la finca de Gran Vía de las Cortes Catalanas, 469, los vecinos y vecinas del bloque se han constituido en una cooperativa para conseguir beneficios fiscales, pagar menos impuestos y tener más seguridad. El coste total de las obras de rehabilitación es de 1 millón de euros. Los propietarios han pagado la mitad del coste de las obras, y la otra mitad la ha subvencionado la administración. Además, los fondos europeos Next Generation darán continuidad a esta línea de rehabilitación con el foco puesto en la sostenibilidad y la eficiencia energética.
Esta acción en la manzana situada entre Gran Vía y las calles Viladomat, Calàbria y Diputación no será un hecho aislado. Está previsto hacerlo extensivo en otras manzanas de la ciudad con unas características similares y que requieren un proyecto de rehabilitación energética.