El Foro de Vivienda y Rehabilitación de Barcelona (FHAR) ha dedicado un bloque a analizar como la colaboración público-privada puede ser una herramienta para incrementar el parque de vivienda asequible. El gerente de vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, Javier Burón, ha presentado el proyecto Vivienda Metrópolis Barcelona (HMB) y sus objetivos de promover y gestionar viviendas de alquiler asequible en la ciudad de Barcelona y su área metropolitana. El objetivo de esta entidad es construir un parque de 4.500 viviendas en diez años mediante un socio privado. HMB está formado por el Ayuntamiento de Barcelona, el área Metropolitana de Barcelona y las empresas privadas CEVASA y Neinor.
Lo primero que ha querido hacer Burón ha sido poner en contexto el proyecto de Vivienda Metrópolis Barcelona (HMB) que, como ha explicado, es sólo una herramienta más para resolver el déficit de 90.000 viviendas públicas en Barcelona y su área metropolitana. Esta herramienta de colaboración público-privada representará solo un tercio de las nuevas viviendas protegidas construidas por el Ayuntamiento. Un tercio más provendrán de la colaboración público-comunitaria y la mayoría, dos tercios, seguirán siendo de promoción directa. Todo este conjunto de herramientas para la promoción de vivienda asequible ha hecho posible construir 8.000 nuevas viviendas en los últimos años. Además, se han captado un millar en el mercado privado para convertirlas en alquiler asequible.
Burón ha explicado el gran reto que ha supuesto la creación de HMB, ya que representa una forma de colaboración público-privada pionero. Al no existir hasta ahora un modelo como éste se ha tenido que dotar de una estructura y unas normas de gobernanza y funcionamiento propias y construidas desde abajo. HMB será una colaboración público-privada mercantil donde los cuatro socios, dos públicos y dos privados, establecerán una colaboración permanente que permitirá trabajar, invertir y asumir riesgos de manera conjunta. Esta forma de colaboración, que se diferencia de las colaboraciones contractuales en que la relación es para la construcción de un lote de viviendas concreto, puede ser una solución para hoy y para mañana, ha explicado Burón.
En este proceso se ha tenido que construir también una nueva forma de gobernanza. Se ha optado por un modelo donde el sector público y privado tienen una paridad absoluta. Un sistema inédito que, según Burón, ha generado dudas tanto en el sector público como en el privado. Desde el sector público sí que se ha exigido un controller público, ya que el equipo de gestión será 100% privado.
El HMB comenzará ahora la construcción de las viviendas de la primera fase que incluye 600 viviendas de las 4.500 previstas. Serán viviendas de 70 m2 de media, con un precio máximo de 8,95 €/m2, cuando la media en la ciudad es de 14 €/m2 y destinadas al alquiler asequible. Es decir, no están pensadas para personas en situación de vulnerabilidad sino para la clase media que sufre el problema de la disociación entre precios de alquiler y salarios. «Ahora entramos en la fase menos espectacular del proyecto. Toca trabajar, hacer vivienda, encontrar inquilinos e incentivar que haya más vehículos de este tipo en Cataluña y España».
Retos y oportunidades de la colaboración público-privada en la promoción de vivienda asequible
Precisamente sobre cómo profundizar en esta segunda fase de extensión de la colaboración público-privada para garantizar el derecho de la vivienda han debatido los ponentes que se han sumado a Burón en la mesa redonda. El debate ha contado con la CEO de Savills Aguirre Newman, Anna Gener y el consejero delegado de Neinor Homes, Borja García-Egotxeaga y la miembro de La Hidra Cooperativa, Laia Forné. Ha moderado la mesa la periodista de El País, Clara Blanchar.
Todos los ponentes han coincidido en que tenemos un grave problema de acceso a la vivienda, no sólo entre las familias más desfavorecidas, sino también en las clases medias y sobre todo entre los jóvenes, y en que es responsabilidad de todos solucionarlo. La CEO de Savills Aguirre Newman, Anna Gener, ha querido empezar destacando dos consensos: que falta vivienda asequible por debajo del precio de mercado y que esta vivienda debe ser en régimen de alquiler. Ha querido, de hecho, hacer un llamamiento a generar políticas estables, buscar consensos y crear una confianza mutua que permita generar herramientas de colaboración público-privada.
Un punto clave para establecer esta colaboración público-privada es encontrar los inversores interesados en implicarse. En este sentido el consejero delegado de Neinor Homes, Borja García-Egotxeaga, ha explicado por qué su empresa, uno de los socios privados de HMB, se ha querido sumar a este tipo de colaboración. Explicó que el ánimo de lucro en la empresa es necesario pero no suficiente. Las empresas forman parte del ecosistema y, por tanto, deben tener en cuenta la sostenibilidad, la contribución a la sociedad y la gobernanza. «Hay que girar hacia una empresa colaborativa e integrada en la sociedad. Esto nos da futuro y por eso nos interesa desarrollar la parte social de estos proyectos «, explicó García-Egotxeaga.
Gener ha hablado también de otra tipología de inversores que pueden estar interesados. Son aquellos que tienen una visión a largo plazo y prefieren la seguridad a las altas rentabilidades. A menudo son pequeños ahorradores particulares. Burón también ha explicado que este tipo de inversión encaja mucho más con la administración pública y los ha contrapuesto a los inversores distressed, un ejemplo serían los fondos buitre, con quien ha dicho que las administraciones no deberían colaborar nunca. «El capital tranquilo, que busca un negocio casi aburrido no es un mito. Estos inversores existen y necesitamos modelos para ofrecerlos «, ha dicho Burón.
La miembro de La Hidra Cooperativa, Laia Forné, ha ofrecido un punto de vista crítico con la colaboración público-privada. «Nuestro papel es ser la voz discordante pero con voluntad de diálogo conjunto», ha dicho Forné. Por eso ha querido hacer una serie de toques de alerta. El primero ha sido recordar que no es la primera vez que en España se apuesta por la gestión privada del parque de vivienda diciendo que será una herramienta más eficaz que la gestión pública. Ha recordado que esto ya se hizo en los años 90 y que, al final, esta construcción de vivienda protegida por parte de agentes privados que adquirían la propiedad del suelo ha acabado llevando a una descapitalización del Estado y a una pérdida de vivienda pública que pasaba a manos privadas y a una mercantilización del suelo. Ha hecho un llamamiento, por tanto, a reformular esta colaboración con un nuevo modelo de gestión que «convierta esta relación en virtuosa». Este modelo debe tener más transparencia y el trabajo de los operadores privados debe estar más fiscalizado, debe democratizar la gestión e incorporar la ciudadanía, aprendiendo de lo que ya se hace en el sector comunitario, y debe incorporar indicadores sociales y apostar por el tejido económico local y no solo por las grandes constructoras.
El proyecto de HMB es, como hemos dicho, innovador y pionero. Pero todos los ponentes han estado de acuerdo en que es un inicio y una vía a explorar para aumentar el parque de vivienda asequible. Burón ha dicho que es un modelo que, adaptado a cada caso particular, se puede exportar a muchas otras ciudades y ha animado a los agentes implicados a insistir para que así sea. Y García-Egotxeaga ha dicho que HMB es sólo un punto de partida para resolver los retos y ha invitado a imaginar donde estaremos dentro de diez años.