El modelo de propiedad colectiva refuerza la seguridad residencial y económica, y la vida en comunidad aumenta la confianza, la felicidad y el sentimiento de pertenencia de sus residentes. Estas conclusiones se extraen de un estudio que ha llevado a cabo la Agencia de Salud Pública de Barcelona en 13 cooperativas de toda Cataluña.
Las condiciones de la vivienda son un factor determinante de la salud, así lo indica el proyecto de investigación “Vivienda cooperativa y salud”, de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). Se ha estudiado si los modelos cooperativos de vivienda en cesión de uso de Cataluña pueden mejorar la salud y el bienestar de las personas residentes y los resultados principales muestran que este modelo de propiedad colectiva de vivienda tiene efectos positivos en la salud física, mental, emocional y comunitaria.
La vivienda cooperativa en cesión de uso es un modelo que se está extendiendo en Cataluña. La propiedad de las viviendas es colectiva y se accede a través de una cooperativa sin ánimo de lucro formada por las mismas vecinas, las cuales pueden vivir en la vivienda pagando una cuota de uso, pero no lo pueden vender. Eso permite acceder a la vivienda a un precio inferior al de mercado y evitar la especulación.
La mejor salud física, el bienestar y las conductas y hábitos saludables pueden estar relacionados con la seguridad residencial y económica. Además, el apoyo mutuo influye en la mejora del bienestar, así como en la mejora de las condiciones físicas de la vivienda, como la eficiencia energética y el confort térmico. Con respecto a la salud mental y emocional, se observa una reducción del estrés, la ansiedad y la sensación de soledad.
El plan Viure en Barcelona y el motor de la vivienda cooperativa
El plan Viure, que promueve la creación de vivienda protegida, refuerza este modelo a través de la Mesa de Vivienda Cooperativa, un grupo de trabajo dentro del Consejo de la Vivienda social de Barcelona. Para garantizar el acceso a la vivienda asequible y digna se trabaja en la producción propia a través del Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación (IMHAB), así como a través de la promoción delegada a terceros.
Una de las formas de crecimiento de la vivienda cooperativa en Barcelona es a través de la cesión de suelo público a favor de las cooperativas. En el año 2015 se firmaron los dos primeros proyectos piloto, en la calle de la Princesa y de la Constitución (La Borda), que suman 33 viviendas en total. Después se sumaron las promociones de La Xarxaire, La Balma, La Chalmeta y Cireres con 92 viviendas ya entregadas. Actualmente, en Barcelona hay 6 promociones más en obras, que suman un total de 156 viviendas y 5 más en diferentes procesos de ejecución.