La política y las acciones de consenso han sido la piedra angular de la posición municipal dentro de las jornadas ‘Demanda y necesidades residenciales: los retos de hoy para acceder a una vivienda digna’, que han reunido a profesionales del sector público y privado de la vivienda. El comisionado de Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, Joan Ramon Riera, ha destacado el acuerdo firmado entre el Ayuntamiento y la Generalitat, en el que el consistorio cede al Govern varios solares municipales para construir 1.700 pisos públicos. Este acuerdo representa el esfuerzo común y el consenso en relación con la vivienda, la línea de trabajo a seguir para poder actuar y aportar soluciones a las necesidades actuales del sector.
En una ciudad tensionada por una demanda de vivienda heterogénea, se necesitan soluciones de consenso. Esta ha sido la línea de trabajo expuesta por el representante del consistorio. Esta demanda “glocal”, según Riera, se caracteriza precisamente por las necesidades diferenciadas de la gente que ya vive en Barcelona y la gente que quiere ir a vivir a la capital catalana. Así, en su intervención, el comisionado ha destacado que de las 800.000 viviendas que existen en la ciudad, 650.000 son de primera residencia, mientras que las demás están dedicadas a usos no residenciales, como turísticos y despachos profesionales.
Para Riera, es necesario apostar por impulsar políticas que garanticen el acceso a la vivienda, “que es un deber de las administraciones”. Para ello, es necesario fomentar la prevención y planificación, fortaleciendo la línea de trabajo enfocada en muscular “la maquinaria de ayudas al alquiler”. En este sentido, también, ha abogado por impulsar un nuevo Plan de Vivienda del Ayuntamiento, con el fin de “interpelar a toda la ciudad” (instituciones, tercer sector y sector privado).
En último lugar, en una intervención en el turno abierto de preguntas posterior a la conferencia inaugural de Carme Trilla, el comisionado ha explicado que “el paquete de políticas de vivienda se divide en estructural y en atención a la emergencia”, y ha admitido que hasta ahora “ha habido mucha política de reacción y poca prevención”.
Unas jornadas transversales
El Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) ha acogido, el 20 y 21 de febrero, estas jornadas organizadas por el Observatori Metropolità de l’Habitatge de Barcelona (O-HB) y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Barcelona-Centre Ernest Lluch (CUIMPB). Durante dos días se ha puesto de manifiesto cómo han afectado los cambios sociales, políticos, económicos y tecnológicos a la demanda y las políticas de vivienda.
En las mesas redondas han participado expertos en la materia y representantes de las administraciones públicas: Gobierno español, Generalitat de Catalunya, Diputació de Barcelona, Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y Ayuntamiento de Barcelona. En nombre del consistorio barcelonés, además del comisionado de Vivienda, ha intervenido Joan Recasens, adjunto a la gerencia del Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación de Barcelona (IMHAB).
Cambio de valores en relación con la vivienda
El primer día, tras la bienvenida de Margarita León, directora académica del CUIMPB-Centre Ernest Lluch, y de Carme Trilla, presidenta del O-HB, ha tenido lugar la presentación de la jornada, en la que han participado Marina Berasategui, secretaria de Vivienda de la Generalitat de Catalunya; Ana María Martínez, diputada delegada de Vivienda de la Diputació de Barcelona; Miguel Comino, consejero delegado de Vivienda del Área de Administración y Territorio del AMB; y Joan Ramon Riera, comisionado de Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona.
Los representantes públicos han explicado cuáles son los ejes en materia de vivienda que siguen las respectivas administraciones y han coincidido en afirmar que las políticas públicas de vivienda deben adaptarse a los cambios de la sociedad: cambios de valores, de culturas, en la perspectiva de género, en los modelos de familias, en el régimen de tenencia o en los procesos migratorios. También han mencionado la brecha entre los ingresos de la población y los precios de los pisos; la vivienda como un derecho fundamental; y que las políticas en este ámbito tienen una afectación de forma clara en el bienestar de la ciudadanía.
La juventud protagoniza la segunda jornada
Uno de los colectivos que tiene más dificultades para acceder a una vivienda digna es la juventud. Los bajos sueldos y los precios de los alquileres desorbitados son un obstáculo para que las personas más jóvenes puedan disfrutar de la emancipación. En el segundo día de las jornadas, se han celebrado sesiones sobre el estado de la emancipación residencial en Catalunya, sobre la situación residencial de los jóvenes y sobre las políticas de vivienda para facilitar su acceso.
En esta última, titulada ‘Una mirada multinivel en las políticas de vivienda para facilitar el acceso a las personas jóvenes’, ha intervenido Joan Recasens, adjunto a la gerencia del IMHAB, junto con Francisco Javier Martín, director general de Vivienda y Suelo del Gobierno de España; Xavier Roig, director Operativo de Coordinación de Sistemas de Información y Atención Ciudadana de la Agencia de la Vivienda de Catalunya; David Mongil, jefe de la Oficina de Vivienda de la Diputació de Barcelona; y Amadeu Iglesias, director-gerente del Instituto Metropolitano de Promoción de Suelo y Gestión Patrimonial (IMPSOL) del AMB.
Recasens ha presentado una serie de datos relativos a los jóvenes de la ciudad y el ámbito de la vivienda.
- El 83% de jóvenes de Barcelona vive de alquiler (mientras que, en cuanto a la población en general, este porcentaje desciende al 40,1%), a pesar de la dificultad que supone la gran diferencia entre los salarios y los precios de los alquileres.
- De media, las personas jóvenes en la ciudad gastan 545 € al mes en la vivienda, lo que supone el 40% de sus ingresos. Para poder paliar este esfuerzo, el 34% de jóvenes emancipados recibe ayudas.
- Del total de jóvenes de Barcelona, el 26% (9.360) está inscrito en el registro de solicitantes de vivienda de protección oficial del Ayuntamiento.
- El precio medio de las viviendas incluidas en la bolsa de alquiler joven del Ayuntamiento es de 624 € al mes.
- Entre los jóvenes, la demanda de pisos de alquiler es mucho mayor respecto a la demanda de pisos de compra.
- El 27% de jóvenes comparte piso, aunque el 56% de estos preferiría no hacerlo.
- La población joven va en incremento en Barcelona y considera el acceso a la vivienda como primer problema.
Respecto a las acciones para fomentar la vivienda asequible en la ciudad, Recasens se ha referido al Plan para el Derecho a la Vivienda 2016-2025 y a las promociones directas.
En el período 2016-2023, 6.551 pisos se han añadido al parque de vivienda asequible gracias a este Plan. También ha querido destacar que el 30% de las viviendas construidas por el Ayuntamiento se reservan para jóvenes y que, entre este año y el siguiente, esta cifra será de 250 viviendas.
Ya en el turno de preguntas, el representante del IMHAB ha valorado el trabajo del Departamento de Disciplina del Ayuntamiento para que las viviendas vacías que no cumplan la ley puedan ser sancionadas.