Las cifras demuestran que la ciudad de Barcelona ha hecho una apuesta decidida, los últimos años, por modelos de vivienda más flexibles, eficientes, democráticos y participativos, en paralelo a los modelos de construcción más tradicionales. Y en este sentido, tanto la covivienda como la construcción industrializada son dos modelos innovadores que reúnen estas características y que ahora, a partir del 16 de diciembre, se pueden conocer en profundidad.
La exposición se podrá encontrar en los bajos de los alojamientos APROP, situados en la Calle Irena Sendler, 22, en las Glorias, y se podrán visitar cada viernes, a partir del día 16, en horario de 9h a 14h y de 15h a 18h. El acceso a la exposición es gratuito y no se tendrá que realizar inscripción previa.
La covivienda, un modelo de vida comunitaria
Uno de los dos modelos de vivienda expuestos es la vivienda cooperativa en cesión de uso, o covivienda, que actualmente ya cuenta con 19 proyectos en marcha en Barcelona, desde que se hiciera realidad el primero, en La Borda, a finales del 2018. Proyectos que ya suponen más de 400 viviendas, y la mayor parte de las cuales se construyen sobre suelo municipal.
A diferencia de las viviendas convencionales, esta modalidad fomenta la vida comunitaria y el apoyo mutuo, con viviendas que ayudan a combatir la soledad y el individualismo. A menudo también tienen un impacto positivo en los barrios, puesto que destinan los locales comerciales a iniciativas del barrio, o los pisos sociales a personas más vulnerables. Además, la financiación ética marca un proceso de autopromoción que permite reducir el precio final y en que la economía que se genera se reinvierte en economía social y solidaria. Esto, sumado al apoyo de la administración, hace que se permita rebajar alrededor de un 50% la aportación inicial que hacen los vecinos.
Un concepto de vivienda igualitaria donde la propiedad es colectiva, hecho que evita la especulación e imposibilita la generación de plusvalías o el lucro individual. De hecho, las personas socias pueden hacer uso indefinido de su vivienda y de los espacios comunitarios, y en caso de dejar la cooperativa, recuperan la aportación de capital inicial.
Pese a que en Cataluña es de reciente implementación, hay países donde esta práctica tiene un amplio recorrido, como es el caso de Dinamarca y Uruguay, y más recientemente de Suiza y Alemania.
Soluciones industrializadas para la emergencia habitacional
Entre otros, la exposición permite constatar la apuesta actual del Ayuntamiento de Barcelona para hacer crecer el parque de vivienda pública de la ciudad mediante soluciones industrializadas, que comportan un proceso constructivo más eficiente.
Una apuesta que se traduce, por ejemplo, en los 54 Alojamientos de Proximidad Provisional (APROP), hechos a partir de contenedores marítimos reutilizados, y que acogen a personas en situación de emergencia habitacional. Pero también se aplica en las nuevas promociones de vivienda pública permanente donde, como novedad, el equipo redactor (arquitecto) y la empresa constructora trabajan juntos la propuesta desde la fase inicial de redacción.
Así mismo, la parte central de la exposición está centrada en visualizar las principales ventajas que ofrece este tipo de construcción respecto a una más convencional. La industrializada es más segura, al realizarse en talleres; más ágil en el tiempo, al estandarizarse el diseño y automatizar la producción; más ecológica, al generar menos residuos y emisiones; y más colaborativa, al incorporar a los industriales desde el inicio del proceso de diseño.
Conjuntamente con las ventajas, el visitante también podrá contemplar una maqueta que explica el proceso constructivo de un edificio levantado a partir de métodos industrializados, y que permite resaltar los cuatro objetivos principales de este modelo: la rapidez de ejecución, acortando los plazos de construcción y entrega como mínimo en un 30%; la flexibilidad, en cuanto que admite diferentes tipos de vida y convivencia en el tiempo; la innovación y cooperación entre empresas locales, que generan, por ejemplo, la aparición de nuevos sistemas estructurales como paneles de madera contralaminada y perfiles de aluminio; y la sostenibilidad del proceso constructivo, donde solo la elección de materiales y sistemas más sostenibles reduce un 30% las emisiones de CO2.
Un proceso de construcción con enorme futuro, pero no exento de mejoras y cambios, como demuestra la parte final de la exposición, que pone énfasis en la necesidad de una relación más directa entre el proyectista y los industriales para potenciar la búsqueda de soluciones más innovadoras.