Empiezan las obras de seis edificios industrializados, cinco de los cuales construidos con madera, que permitirán obtener numerosas ventajas ambientales y de sostenibilidad. Esta fórmula de construcción permite acortar plazos en la construcción, así como reducir el impacto ambiental de las viviendas durante toda su vida.
Los nuevos edificios industrializados de madera están situados en Sant Martí, en las calles de Pallars (42 pisos), Binèfar (con 24 pisos) y Dolores Iturbe (con 40), y en Sant Andreu, con dos promociones situadas en las Casernes, de 70 y 56 pisos. Además, se añade una promoción a la calle del Marroc, que recupera el hormigón a través de un módulo tridimensional de 45 pisos. En total, serán 277 nuevos pisos industrializados que se ofrecerán en régimen de alquiler público a precios muy inferiores a los del mercado.
Los edificios industrializados disfrutan de numerosas ventajas medioambientales, como:
- menos demanda de energía para calefacción y refrigeración por medio de medidas pasivas (como el incremento del aislamiento de la fachada, la protección de los puentes térmicos, las protecciones solares, los espacios intermedios y la ventilación natural cruzada)
- un sistema de climatización centralizado de alta eficiencia
- cubiertas verdes que mitigan el efecto del calor
- menos demanda hídrica gracias al aprovechamiento de las aguas grises
- generación de energía renovable mediante placas fotovoltaicas en la cubierta
- gran protección pasiva en fachadas, realizadas con un material de bajo impacto medioambiental
Todas estas medidas mejoran el rendimiento medioambiental de los edificios, lo que implica reducir su huella ecológica y mejorar la calidad de vida de los futuros inquilinos.
Estas promociones son una evolución de los APROP, que fue la primera apuesta de la ciudad por edificios con el menor impacto ambiental posible, ya que están hechos con contenedores marítimos reciclados.